Después de casi veinte años en Filadelfia, el mes de febrero viene irremediablemente con ganas de ir a temperaturas más cálidas. Esta vez, aprovechando el President’s Day Weekend hemos elegido tres días al corazón de la música Country: Nashville, Tennessee, aunque también nos hemos acercado un día en coche a Memphis porque… ¿quién puede resistirse a Elvis?
Antes de comenzar, y para no decepcionar a nadie, he de deciros que yo no soy mochilera, yo entro más bien en la categoría BBB&L, Bueno Bonito Barato, y Limpio, y si tengo que dejar alguna letra en el camino, me despido de la de Barato. Con esto dicho, y como el que advierte no es traidor, aquí están algunas sugerencias para aprovechar al máximo una visita 100% «Made in America».
Para aquellos que no estéis familiarizados con la Country de hoy (o los que tengáis una idea anticuada), no tenéis mas que poner 92.5 FM y podréis escuchar artistas como Garth Brooks, Blake Shelton, Las Dixie Chicks, Kenney Chesney, Keith Urban o Toby Keith.
Si a lo que venís es a escuchar buena música, el avión que llega el viernes por la noche no es excusa para desaprovechar la noche. Contrariamente a lo que pasa en Philly, en Nashville podéis bajar a la Broadway, donde está el meollo de bares (o “honkytonks”), y disfrutar de música en vivo hasta que cierren a las 3 de la mañana. Puedes pasarte toda la noche de bar en bar, donde grupos de música tocan y se llenan las pequeñas pistas de baile. ¿Que no sabéis bailar Country? Da igual. Sin ningún complejo, hombres y mujeres se lanzan a una pista de madera, ya sepan bailar o no. Un consejo útil: llevad un buen fajo de billetes de dólar. En los bares no se paga entrada y tampoco cobran más por las bebidas, en cambio los grupos que tocan pasan un cubo para propinas. Y desde luego, si queréis pedir una canción, «you put your money in the bucket»!
Locales como el Second Fiddle siempre tienen buena elección pero si la Country os parece un poco ligera y queréis escuchar algo mas “roots”, podéis pasar por el Layla’s donde reina el Bluegrass y Hillbilly (y aquí estamos hablando ya directamente de cantantes con petos vaqueros).
En los bares se bebe de todo, como en todos sitios, pero si te pides un Coco Loco puedes acabar odiándolo toda la vida. Las dos bebidas de predilección son indudablemente la cerveza y el (Tennessee) Whiskey. También se puede ser más aventurero y pedir un Moonshine (alcohol blanco de maíz, que se producía ilegalmente y… artesanal – de ahí su nombre, tráfico “a la luz de la luna”).
La comida no es, a mi modesto entender, ninguna maravilla. En este caso es mejor pisar sobre seguro: hamburguesas, alitas, pulled pork y ribs son apuestas seguras. De todos modos habéis venido por la música, ¿no?
Ahora, ¿listos para el “Line Dancing”? Os recomiendo el Wildhorse Saloon en 120 2nd Ave N. No creo que esto necesite mucha explicación, porque como su nombre indica, se baila en fila, pero aquí sí que diría que, a no ser que hayáis bebido mucho y que tengáis cero sentido del ridículo, os quedéis en vuestra mesa mirando (y grabando) en vez de aventuraros en la pista.
Aunque por la noche es cuando más ambiente hay, también hay algo de música en vivo durante el día, y entre bar y bar, te puedes dar una vuelta por las tiendas de ropa country. Botas, que no falten. Personalmente me fascinan las botas de cowboy (de cowgirl, en mi caso), pero siendo realistas luego no son muy ponibles (…bueno, mirando bien se pueden encontrar verdaderas maravillas discretitas, así que si me veis con ellas, ya sabéis donde las he comprado). Señoritas, si quieren ustedes el verdadero look para ir de incognito en Nashville, vestidito veraniego y botas vaqueras; Señores, botas y camisa country. ¿Sombrero? Opcional.
Creo que no he insistido suficiente en la calidad de la música (y de los músicos). Un chico, o chica, puede estar tocando en un grupo de Gospel por la mañana, una banda de Country por la tarde, y un grupo de Rock el domingo por la noche. No por nada Nashville es conocida como “Music City USA”, la Meca de la música Country donde cualquier músico que quiera seriamente dedicarse a esto viene a ser «descubierto» y acceder al uno de los estudios de grabación.
Los estudios están en «Music Row», de ahí su nombre, y es una de las zonas de predilección de la gente de Nashville con cantidad de terrazas, restaurantes y locales modernos.
Nashville tiene un rey, y es Johnny Cash. La canción Walk the Line, si no la conocíais antes – lo cual dudo – la vais a conocer cuando os vayáis. Pero… a no ser que os encante la lectura, su museo no merece la pena. Sí, podréis ver algunas fotos y alguna carta, pero sobre todo vais a leer carteles en la pared. Para eso os podéis encomendar a San Google y ahorraros el dinero. Eso sí, no está de más ponerse un poco al día de la vida de la pareja más poderosa de la Country, Johnny Cash y June Carter (su madre, Maybelle Carter, con su grupo The Carter Family, está considerada como la creadora del estilo Country).
Si tenéis alma de músicos no os podéis ir de Nashville sin pasar por un par de barrios. Fanny’s House of Music, en la zona de East Nashville, tiene una fantástica selección de instrumentos de segunda mano y ropa “vintage”. La tienda-casa esta en un barrio de casas pequeñas, bien cuidadas y con un aire ex-hippie, así que podéis dar un paseo por la zona. ¿Que os gusta más la mezcla pijo-ecléctica? 12South es uno de estos barrios de moda con cantidad de terrazas para tomar café, algo de comer y tiendas “one of a kind”. Eso sí, en estas tiendas, muy siglo XXI, dejáis la B de Barato. Por supuesto, ya que estáis aquí, tenéis que entrar en Corner Music Store. Aparte de una buena selecció
n de guitarras, ¿qué es lo primero que veo al entrar en la tienda? Las correas de guitarra Right On! Made in Spain. Es que veo a España por todas partes… Por supuesto, y como nota personal, no me hace falta deciros que acababa de encontrar el regalo-recuerdo perfecto de Nashville.
Tanta Country necesita una pausa y como Memphis está tan solo a tres horas de coche, poneros el cinturón que nos vamos. La ciudad del Blues, y por supuesto, de Elvis. Lo primero que hacemos es llegar a Beale Street. Lo que sorprende es que, así como Nashville se ha modernizado, Memphis parece suspendida en el tiempo. Te puedes imaginar perfectamente a B.B. King paseando por la calle y cantando en uno de los garitos. Sale Blues de cada local, escoged el que más os guste, el nivel es increíble, así que tomaos vuestro tiempo y disfrutad del espectáculo.
La guitarra es sin lugar a dudas el instrumento rey y en pleno centro de Memphis está la única fábrica de Gibson que se puede visitar. Gibson es una de las marcas americanas más conocidas, con guitarras tan icónicas como la como la famosa Lucille de B.B. King, la Les Paul o la Chet Atkins. En Memphis se producen sus archiconocidas guitarras con caja ESs – Electro-Spanish (ya os lo dije, veo a España por todas partes…).
Si tuviera que recomendaros una sola visita en Memphis, elegiría la de Sun Records. Este es el estudio de grabación de Sam Philips – y que se mantiene en funcionamiento – que descubrió a Elvis y con el que grabó sus primeros discos. Para empezar, el estudio lo han mantenido tal cual, no creo que hayan cambiado ni las losetas del suelo, así que si lo que buscáis es un viaje a en el tiempo, éxito garantizado. Elvis es solo uno de los muchos que han pasado por allí, pero la lista sigue. Jerry Lee Lewis, Johnny Cash, Roy Orbison… y un sinfín de artistas de primera categoría. La visita es corta, con un guía que cuenta la historia de manera muy personal, con objetos y música, y luego el pompón, te puedes hacer una foto con el micrófono original del “lead singer” que se usó hasta finales de los sesenta. ¿Y quién grabó allí en 1954 su primer hit “That’s All Right, Mama”?
Un consejo de viajera aventurera: en Memphis no vayáis a la aventura. Es una ciudad peligrosa, con un índice de criminalidad altísimo y donde no te van a dejar elegir entre “la bolsa o la vida”. No os salgáis andando del centro turístico y tampoco os recomiendo que cojáis vuestro coche, porque vete tú a saber por dónde te mete el GPS. ¿Lo mejor? Uber.
Siguiente parada, Stax Records, porque no todo es Blues en Memphis. Stax Records es una de las grandes compañías discográficas de música Soul de los años sesenta. Aunque no tan conocida como la famosa Motown (Detroit), el Sonido Stax es uno de los referentes de la Soul con nombres como Otis Redding y Sam & Dave. Realmente transformado en museo, aparte de la música, no hay mejor sitio para ver las estridencias y horteradas de los sesenta. El Cadillac de Issac Hayes lo dice todo y me deja sin palabras.
Desgraciadamente Memphis saltó a la una de los periódicos el 4 de abril de 1968. En el lugar del hoy National Civil Rights Museum, en 1968 el Lorraine Hotel, asesinaron a Martin Luther King, Jr. El día de antes el Dr. King hizo su famoso discurso en Mason Temple Church of God in Christ. Una visita fascinante, que nos acerca a un pasado no tan lejano y te da que pensar.
No, Graceland no se me ha olvidado, pero como hay cantidad de cosas sobre el tema en internet, no os voy a aburrir, ¡pero que no se os olvide la casa de Elvis!
De vuelta a Nashville un par de apuntes que merecen la pena aunque no salgan en las guías de viaje. Si queréis conocer como se hace el Tennessee Whiskey, o la diferencia entre whiskey y bourbon, pasad a visitar una destilería. No hace falta irse lejos, la Nelson’s Green Brier Distillery está en la ciudad, en una antigua fábrica de coches ahora reconvertida en zona comercial. Aunque a finales de los 1800 fue uno de los mayores productores de Tennessee Whiskey, cerró con la famosa Prohibición y la fascinante historia de su re-descubrimiento y puesta en marcha te pondrá los pelos de punta. Y ya que estáis en la antigua Marathon Automobiles, unas puertas mas abajo, asomaos a Antique Archaeology, la tienda de Mike Wolfe and Frank Fritz, donde venden todos los “tesoros” que acumulan en su programa American Pickers.
De los dos grandes clásicos que se visitan en Nashville como el Grand Ole Opry (icónica sala de conciertos), hay kilómetros de información en internet; y del Country Hall of Fame, no os puedo contar nada porque nos los hemos saltado, ¡había que elegir!
Así que desgraciadamente ya no nos queda mas tiempo, ¡directos al aeropuerto! Tres días repletos de música “Made in America” que espero os inspiren. Si como yo, Nashville y Memphis, estaban en vuestra “Bucket List”, a mí me permite decir… I DID IT!
Por Mercedes Núñez